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Tierra de Campos

La Tierra de Campos

LA TIERRA DE CAMPOS Y LA LAGUNA DE LA NAVA

Tierra de Campos es una comarca natural de Castilla y León que se extiende por las provincias de Zamora, Valladolid, Palencia, y León, 161 municipios la componen con una población total de 67.400 habitantes.

Tierra de Campos es de topografía llana, interrumpida a veces por algunos cerros. Es atravesada por ríos de escaso caudal como el Cea, Valderaduey y el Sequillo. Su clima es extremado y seco con inviernos muy frios y secos y veranos cortos y muy calidos. La arquitectura y la artesanía tradicional de estas tierras están basada en el adobe, el ladrillo de barro cocido al sol. Son famosos sus palomares, que inundan la tierra de campos, así como sus castillos y casas solariegas.

Considerada como eje del paisaje Castellano, es una de las principales áreas cerealistas de España y lo era ya de la Hispania romana, siendo reconocido “granero de Roma” como lo demuestran las vías romanas que surcan el paisaje.

Sus primeros habitantes fueron los Vacceos, posteriormente fue ocupada por los romanos y después por los godos, adquiriendo entonces la denominación de Campos Góticos (Campi Gothorum ) de donde deriva su nombre actual.

Cuando los musulmanes entraron en España, la Tierra de Campos pasó a ser un desierto fronterizo entre los cristianos al norte y los moros al sur. Pero a mediados del s. IX comenzó a ser repoblada por Ordoño I, Rey de Asturias.
Después pasó a ser campo de batalla en las luchas intestinas de los señores que poblaron los reinos de León y Castilla.

La primera referencia al nombre de Tierra de Campos la cita Alfonso X el Sabio en su primera “Crónica General” de España, cuando escribe: “En 735 anno de la Encarnación D. Alfonso I el Católico entro por Tierra de Campos la que tiene dell un cabo del río Ezla, dell otro río Carrión, de Pisuerga y de Duero et conquiriolo todo..”.

En estas estepas de la Tierra de campos aparecen como manchas azules en el vasto paisaje, unas lagunas poco profundas como la de la Nava y Boada en Palencia o Villafafila en Zamora.

La Laguna de la Nava, es el antiguo “Mar de Campos” que hasta los años cuarenta era uno de los mayores humedales de España, con una superficie media de 2.500 hectáreas y que en años de grandes precipitaciones alcanzaba las 5.000 hectáreas.
Esta laguna esteparia fue desecada en la década de los años 1940 y 1950 para su puesta en cultivo y el aprovechamiento de los pastos.

Actualmente la laguna recuperada ocupa hasta 300 hectáreas y el resultado de estos trabajos ha sido espectacular.La Nava ha sido inmediatamente recolonizada por multitud de especies de aves, con un total de 224 especies detectadas hasta la fecha, lo que supone casiel 60% de las que pueden ser observadas en toda España. Miles de aves acuáticas recalan todos los inviernos en las lagunas de La Nava y Boada, siendo los ánades reales, cercetascomunes y patos cucharas las más frecuentes.

Durante la primavera y verano, avefrías, cigüeñelas, archibebes y fochas sacan a delante sus polladas en las aguas someras del humedal. Antes del otoño varios miles de pequeñas aves como mosquiteros, carriceros o golondrinas se alimentan y descansan en los arroyos y la vegetación palustre. Las vastas extensiones cerealistas que rodean ambas lagunas son el hábitat de una interesante comunidad de aves esteparias. Especies como la avutarda, ortega, aguilucho cenizo o calandria encuentran en esta zona un hábitat único dentro de Europa.

La cría de nuestros patos en la Tierra de Campos cerca de la laguna de La Nava fue una elección basada en argumentos fundamentales en el concepto de calidad de Selectos de Castilla:

– La Tierra de Campos dispone de cereales en abundancia y de gran calidad, para la alimentación de los patos.

– La Tierra de Campos con una densidad de población de 8 habitantes al Km cuadrado permite la cría en extensivo en un entorno no contaminado y con vistas a no estarlo en el futuro.

– Desde hace miles de años los gansos y patos salvajes han elegido las Lagunas de la Tierra de Campos para pasar largos meses de invierno, con agua limpia y tierra seca, encontrando en el clima el mejor aliado contra insectos bacterias virus u otros enemigos propios así como abundancia de alimentos.

Todo esto nos permite una cría lo mas natural posible sin exceso de fármacos habituales en aves encerradas; en el entorno elegido por los propios patos, en grandes extensiones con una alimentación natural y sana.