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Patos de altos vuelos

La periodista Almudena ílvarez hace un repaso por la historia de esta empresa. Ejemplo de cómo con el tesón, trabajo y perseverancia de sus fundadores han conseguido-con 25 trabajadores y 1.450.000 € de ventas en 2017- no sólo mantenerse en la cima de la industria sino haberse sobrepuesto a la crisis económica que azotó a España y conseguir estar en las mesas de Bélgica, Japón o Nueva Zelanda. Y todo el esfuerzo de más de 28 años se ha visto materializado en ser el único foie gras del 2018 incluido en la guía Repsol además de otros reconocimientos como el Cecale de Oro, el Premio Castilla y León de la Academia de Gastronomía, el Premio La Posada al Mejor Proyecto de Palencia o el Premio de la Cámara de Comercio. Y si hay una distinción más satisfactoria esa es sin duda, que sus productos estuvieran en los refinados platos de la gala de los Premios Nobel donde 1.500 exigentes paladares pudieron comprobar una verdad que ya es irrefutable: lo mejor del pato se produce en Selectos de Castilla.

Resumen

La familia de Prado posó sus ‘alas’ en Villamartín de Campos para criar patos franceses y transformarlos en suculentas creaciones españolas que vuelan hasta Suecia, Australia y Hong Kong, y que han conseguido codearse con el foie francés y colarse en los premios Nobel.

Fuente

Almudena ílvarez-El Mundo de Castilla y León.

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