25 años de agroalimentación
RedacciónLa Denominacion de Origen Guijuelo y la Ribera del Duero nacieron con el Estatuto de Autonomía. Fueron la avanzadilla del resto de las figuras de calidad que amparan hoy a muchas producciones alimentarias del vino, cárnico, lácteo y sector hortofrutícola. En los primeros años de este cuarto de siglo la industria alimentaria debió enfrentarse a las normativas. En otoño del año 85 los encuentros de la industria alimentaria de Castilla y León realizaron la primera radiografía de un sector que tenía que enfrentarse a la entrada en la Comunidad Económica Europea y a la PAC, mucho antes de las OCM. En aquel encuentro se vislumbraban los profundos cambios que había que acometer en materia tecnológica. Fueron los años del cierre de las harineras, de los plazos para someterse a las normativas europeas y levantar nuevas industrias cárnicas, lácteas y conserveras. La feria Alimentaria de Castilla y León medía cada dos años la temperatura de la modernización de las empresas. A partir de los 90 surgen las promotoras que hoy han conseguido figuras de calidad y amparado muchas materias primas que podían haber sucumbido, y con ellas la tipicidad de los productos. Nacen entonces iniciativas impensables; el foie en Villamartín de Campos y los grandes grupos alimentarios se posicionan en el cárnico y en el lácteo. Pero el cambio se aprecia en las ferias nacionales y el consumidor empieza a identificar a la hoy tercera potencia alimentaria como una despensa de productos de calidad. Muchos esfuerzos anónimos de pequeñas empresas que hoy facturan millones de euros.